Cómo tener un dormitorio minimalista en ocho consejos

En este post te traemos las pautas para saber cómo tener un dormitorio minimalista en ocho consejos.

A menudo se tiende a pensar que una decoración minimalista se traduce en espacios semi amueblados. Sin embargo, aunque la reducción de elementos es un rasgo importante, el minimalismo no sólo se limita a ello. Las consideraciones estéticas respecto a las formas, el color o la orientación del mobiliario hacia soluciones realmente eficientes tienen mucho que decir al respecto.

¿Estás pensando en decorar tu habitación siguiendo una estética minimalista? A continuación, te proponemos algunos consejos para sacar el máximo partido de esta corriente decorativa que se ha convertido en una tendencia generalizada ¡Vamos allá!

 

  1. El color blanco, el gran aliado

El minimalismo parte de la premisa de que menos es más. En ese sentido, los espacios despejados, diáfanos y que desprenden sensación de amplitud, adquieren prioridad.

A nivel cromático, el color blanco junto a los tonos neutros como el gris cuentan con un mayor potencial.

Mediante una paleta sólida de tonalidades neutras y blancas se reduce el peso cromático hacia una solución más liviana.

 

  1. Opta por muebles de estructuras geométricas

La reducción a las formas más esenciales es otro de sus preceptos. Apostar por muebles con estructuras simplificadas y fabricados a partir de materiales nobles realzará el concepto de funcionalidad.

El minimalismo evita las soluciones excesivamente complejas y barrocas.

 

  1. El funcionalismo también puede alcanzarse a partir del diseño del mobiliario

Existen muebles multifunción que pueden ayudar a ampliar los espacios. Dentro de un dormitorio, la cama es uno de los muebles que ocupa mayor espacio. ¿Qué tal si la convertimos en un espacio útil a partir de una solución multifunción?

Un canapé puede ofrecerte una utilidad adicional: Convertirla en un espacio de almacenaje.

 

  1. La reducción como una estrategia minimalista

A menudo las estancias cuentan con elementos de tipo decorativo que no cumplen una función realmente necesaria. Ocupan una posición innecesaria a nivel práctico porque en realidad no aportan nada significativo al conjunto.

El minimalismo apuesta por la reducción a todos los niveles hasta alcanzar las soluciones más simples, las fórmulas esenciales. No solo la disminución de las formas con muebles de corte geométrico, también la eliminación de estos si no tienen una función clara. Uno de los primeros pasos para dar a tu habitación de una estética minimalista será reducir la presencia de elementos.

Elimina aquellos muebles que no sean del todo necesarios y reduce los elementos decorativos a su mínimo.

La estrategia de reducción incrementará la sensación de amplitud reforzando su concepto fundamental: Menos es más.

 

  1. Los contrastes pueden acentuar la simplicidad

La paleta cromática debe basarse en soluciones sólidas evitando las alternativas en degradado. Sin embargo, muchas veces se tiende a pensar que minimalismo es sinónimo de espacios fríos, anodinos o muertos. En realidad, esto no es así.

Una composición minimalista puede tener tanta vida como aquellas más eclécticas y recargadas.

La estrategia cromática tiene un gran potencial y es una herramienta que ayudará a conseguir ese aire de vida a los espacios. Crear contrastes a partir de tonalidades cálidas o incluso optar por materiales naturales como la madera, derivará en unos ambientes más cómodos y acogedores. Además, el grado de personalización también será una variable importante.

El uso de fotografías u objetos de un valor personal excepcional ayudará a generar ese ambiente de calidez y cercanía. La esencia de tu propia personalidad en los espacios marcará la diferencia, aunque debes tener en cuenta que lo más recomendable es hacerlo con la mayor simplicidad.

 

  1. El efecto de las texturas

Un dormitorio minimalista contará con un mobiliario reducido y con elementos decorativos simplificados. Por ello, aprovechar los elementos disponibles con texturas estimulantes al tacto y a la vista aportará un mayor dinamismo.

Aprovecha las mantas y cubiertas, las cortinas o las alfombras para dotarlas de mayor calidez y personalidad a partir de diferentes texturas.

También sería una buena opción contar con revestimientos murales con texturas, así como con molduras.

 

  1. Crea puntos de atención

La distribución de los colores también puede ser una buena estrategia para generar efectos más creativos. Aunque respetes una paleta uniforme y homogénea con predominancia de blancos, puedes incluir un elemento que rompa la armonía de dicha paleta atrayendo así la atención hacia un punto determinado.

Puede ser un retrato o un rincón específico de la habitación. Incluso puedes utilizar un suelo con colores más llamativos que rompan con los muebles y las paredes. Te recomendamos el pavimento vinílico Best Floor – Ganges.

 

  1. La eficiencia como pauta a seguir

Podríamos decir que el minimalismo tan sólo adquiere sentido bajo el concepto de eficiencia.

No se trata de una disminución aleatoria del mobiliario y las formas, debajo de estos conceptos se esconde una lógica subyacente.

La planificación de estancias minimalistas debe ir orientada a la eficiencia, es decir, el uso de los mínimos elementos y recursos para suplir las necesidades del día a día. El mobiliario y su disposición deben estar al servicio de las necesidades que se deriven del uso de la vivienda.

 

¿Adaptarías tu dormitorio a esta estética minimalista?

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