Los suelos laminados son elegantes y delicados en la misma proporción. Puede ser que no esté todo lo reluciente que te gustaría y es normal. Pero que no cunda el pánico, nosotros te vamos a dar una serie de consejos para que tu suelo esté más limpio y mejor cuidado.
1) Sigue realizando tu limpieza habitual con una mopa seca. De forma regular utiliza una mopa de microfibra para polvo y aplícala seca sobre la superficie del suelo laminado. Si buscas la perfección puedes utilizar productos para mopas en spray.
2) Nunca te olvides de este paso: la mopa en el sentido que fueron colocadas las piezas. De esta forma extraemos cualquier suciedad que se haya podido esconder en las uniones del suelo. Si tu laminado es biselado, grábate este consejo en tu mente y nunca, pero nunca, lo olvides.
3) Si vas a limpiar el suelo con la aspiradora procura que los accesorios no sean abrasivos. El accesorio ideal debe ser un cepillo suave que no dañe el laminado.
4) Nunca utilices cepillos de cerdas ni escoba estándar ya que la dureza de las fibras puede dañar la superficie en modo «micro arañazos».
5) Si vas a realizar una limpieza en húmedo, recuerda limpiar cualquier derrame accidental inmediatamente, de lo contrario el suelo se estropeará antes. Utiliza una esponja suave o un paño para absorber el exceso, enjuaga y vuelve a pasarlo solo húmedo.